lunes, 18 de junio de 2007

Taza de Palosanto

Café para despertar, para salir y desayunar. Café para entablar conversación con la amiga, la vecina y la fulana. Café para escuchar, sentir y escribir en un diario. Café para moler, cocinar y esparcir por las paredes. Café para estudiar, para el descanso y para el más ganso. Café con piña para la niña que toca los cojones cuando lees el periódico. Café con sal para cuando el vómito no quiere salir del armario. Café caliente para tirárselo a la cara a la gente, café fresquito cuando el calor socarra tu pito. Café con leche y café tocao, café sólo, con hielo y sentao.
Café en mi taza de Palosanto.

1 comentario:

Rubén dijo...

Un café para soñar,estrechar lazos y alcanzar un rincón de resguardo.





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